19 de septiembre de 2011

Miedos nocturnos


- No tendrías que haber dejado a la niña ver esa película de miedo.
- Tranquila, en unos días ni se acuerda de los monstruos.
- Ya, pero mientras tanto la pobre lo pasa fatal. ¿No la oyes en su cuarto?
Marta, resignada, acude a la habitación de su hija.
- Elena, cielo, ¿a que nunca has visto un monstruo? Claro que no, porque los monstruos no existen. Cierra los ojitos, yo me quedo aquí hasta que te duermas.
Una vez que la madre se hubo marchado Elena abrió la puerta de su armario. Una bola enorme de pelo apareció entre sollozos.
- ¡Shhh! Si sigues armando tanto jaleo no habrá película que te proteja, así es que chitón.

Imagen: Theodor Kittelsen

5 comentarios:

  1. Es que los niños ven mucho más que nosotros. Con los años perdemos esa facultad.

    Buen micro¡¡¡ besos¡¡

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Qué bueno Frida, qué bueno!! Todavía me sorprendo de nuestra conexión. Me parece una delicia de microhistoria.
    Felicidades.

    ResponderEliminar
  3. Qué grandes sois, par de dos. Me encanta veros por aquí. Muchas gracias por la visita y los comentarios. Besos.

    ResponderEliminar
  4. Buenas.

    Frida y lectores de esta magnifica persona y escritora.

    Despues de los elogios.

    Si señora ha vuelto tu mejor admirador secreto, espero que te acuerdes de mi. Quería pedirte disculpas despues de tanto tiempo sin ver tu magnífica pagina, perdón, de verdad.

    Me han gustado casi todos los textos que he leido, pero este me ha encantado, hasta le has puesto humor a una cosa tan peligrosa como es este miedo de los niños. Muy bién.

    Sigue así.

    Un besazo. Tu admirador secreto.

    ResponderEliminar
  5. Jaja, gracias, admirador "secreto". Besos para ti y para las mostoleñas.

    ResponderEliminar

Los seguidores