16 de mayo de 2011

Cocina de autor


Te tengo reservado, amor, un áspic de miradas cómplices con cous-cous de confidencias; deja que sigamos con un timbal de manos enlazadas con mousse caliente de susurros al oído; compartamos en el postre un dulce de besos sobre lecho de amaretto y espuma de caricias. No seas cruel, permite al menos que este brut rosé te ablande el alma, antes de que el maître me recuerde qué hora es. ¿Por qué no has venido, amor?

Imagen: Lisa Middelhauve por Simple-graphix

2 comentarios:

  1. Buen intento, Frida, aunque creo que esto del amor, o desamor, no es exactamente lo tuyo. Me empalaga un poco. Ni tú ni yo somos tan tiernas.

    ResponderEliminar
  2. A mi me ha sonado a cena recalentada. Tengo debilidad por las citas fallidas: son más literarias que las de final feliz.

    ResponderEliminar

Los seguidores