21 de octubre de 2011

Las hilanderas de Velázquez


Era el tiempo, su tiempo, en que el mito se entretejía en el telar de las acciones cotidianas, metamorfoseando las deidades hasta que llegaban a ser cosa humana.
Así que Palas hilandera maneja habilidosa la rueca, mientras la insolente lydia prepara los hilos ocres y tierra que el viejo artista trenza en su paleta de pintor. Después impregna de ellos el lienzo en vaporosas y luminosas pinceladas de temprano impresionismo. El resultado es sublime, pero el genio está cansado. Y mientras trenza estos hilos, él lo sabe, llegan los últimos trazos de su claroscuro vital.
Imagen: Las hilanderas de Velázquez

6 comentarios:

  1. Me gusta la idea de trenzar el tiempo...Enhorabuena, Velázquez estaría encantado con este texto.

    Besos y un fuerte abrazo.

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  2. Buenas Frida.

    Que bien utilizas las palabras, tanto los nombres de los personajes como las palabras extrañas que la mayoria de los mortales desconocen, menos mal que hay gente como yo que las conocemos la mayoría de ellas, jajaja.

    Buen léxico y mejor texto.

    Muchos besos tu anónimo.

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  3. Dentro del cuadro estoy..

    Gracias, Frida.

    Un abrazo.

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  4. Qué haría Frida sin vosotros, sin el regalo de vuestra compañía. Gracias, amigos.

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