Sinrazón
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| Ilustración de Marina Musella |
Decibelios y decibelios de insultos traspasando puertas y
ventanas, paredes y edificios, rasgando la armonía del universo; toneladas de
ira liberada por la boca y por los puños vociferantes, coagulando el aire con
sus ondas destructivas. Y yo callando, cargándome de razón. En silencio, le
dejé.
El verano es como una guerra, todo el mundo se echa al monte.
ResponderEliminarLa verdad es que no termino de ver la relación entre mi micro y el verano, el monte... Si decidiera descubrirse, me encantaría que me lo explicara.
ResponderEliminarGracias por su visita, Sr. Anónimo.
Hola Frida. Por aquí ando, con tu permiso, leyéndote.
ResponderEliminarMe gustó. Sin embargo, para alcanzar el temple suficiente, la serenidad adecuada que nos permita resistir a tanto insulto, odio, rabia... sinrazón, con el objetivo de armar con ello una respuesta menos intimidatoria, pero mucho más eficaz. Para llegar a ese punto, digo, se precisa de otra rabia: la que proporciona la impotencia. La que nos concede la conciencia de sabernos víctimas de una injusticia.
Un último apunte respecto al microrrelato. Antes de tomar la última línea, podría llegar a pensarse que tu descripción corresponde a cualquier plató televisivo actual. Esos lugares donde determinadas subcriaturas se dan, por unos cuantos cochinos euros, a hacer y decir antes las cámaras todo aquello que desde bien pequeñitos nos dijeron a nosotros que no estaba bien hacer y decir.
Sí, me gustó tu blog. De modo que me hago "seguidor" y me quedo un ratito más conociéndote.
Un beso y disfruta del domingo, Frida.
Gracias por tu comentario y tu visita, Sietemesino. Espero que te sientas cómodo en mi casa, la cual, a partir de ahora, también es la tuya. Besos y abrazos.
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