17 de marzo de 2013

Cosas del destino



Hacía tiempo que su carne no era firme y el color de su piel había pasado del dorado al marrón de la senectud. Anunciadas las ofertas en la sección de frutería, se sintió seguro, libre de un final incierto. Sabía que no acabaría sus días en la mochila de un infante saltarín, o engullido en forma de papilla por un inconsciente bebé. No contó con que una avalancha de manos revolviera el cajón de plátanos hasta hacerlo caer al suelo. No tuvo tiempo de más, una sombra siniestra se cernió sobre él.

Lo siguiente que percibió fue un viscoso chof.

Ilustración: Roque López

6 comentarios:

  1. pobre, creo que le pisaron e hicieron pure pero para nadie.Una entrada fresca y fantástica como todas las que tengo el gusto de leer aquí.Bss

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  2. ¡Qué original, Frida!
    Está superbien escrito, por cierto. Eres una maga de las palabras, que lo sepas.
    Está precioso el blog, no me canso de decírtelo.
    Un beso enorme
    Laura

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  3. Oro parece, plata no es... :D
    Muchas gracias, compañeras. Sois lo más de lo más. Besos para las tres.

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  4. Me ha gustado Frida, me voy a perder más por tu humilde casa. Besitos

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  5. Hola cielo, vengo a dejarte un nuevo premio. lo tienes en mi blog.Bss

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